¿Qué tal si detectamos si tenemos una buena o mala educación financiera? Respondamos las siguientes preguntas: ¿considera que sus finanzas personales son complicadas?, ¿que su ingreso no alcanza?, ¿que las deudas son cada vez más difíciles de pagar’?, ¿que las tarjetas de crédito no se pagan o se pagan el mínimo?, ¿qué no tiene algún historial crediticio? O, ¿qué no cuenta con algún tipo de ahorro? Si la mayoría de respuestas fueron afirmativas, tiene mucho que atender y aprender.

Sobre todo, ahora que el mundo nos ha convencido que, sin ahorros, con créditos y gastos sin control, las personas tienen muy poco margen para salir del estrés financiero.

Este nuevo año, puede ser el momento ideal para parar este hábito y reflexionar. La educación financiera es clave para tener una vida de calidad y, contar con un plan que nos permita lograrlo, asegurará nuestra tranquilidad.

Un plan financiero nos ayuda a mantener el camino para alcanzar nuestros objetivos, pero también nos permite recordar que la economía es impredecible y, por este motivo, es vital adaptarse y sacar provecho de cualquier contexto.

¿Qué se tiene que hacer para organizar finanzas de forma óptima y saludable?

Estos tres puntos son esenciales cuando hablamos de educación financiera porque de cierta manera nos introducen a términos y conceptos necesarios en el día a día. De hecho, estar en constante aprendizaje financiero nos ayuda a entender el impacto cotidiano de los productos y servicios financieros que están rondando en nuestra vida. Y, sobre todo, tendremos la capacidad de analizar, filtrar y decidir adecuadamente qué es lo más conveniente, basados en decisiones formales y objetivas.

Y en este sentido, también manejar un sentido de alerta mucho más instintivo y acertado. Hoy en día, por ejemplo, existen muchos tipos de estafas y fraudes financieros y en los últimos años se han visto incrementados debido a las posibilidades que permiten las nuevas tecnologías y las redes sociales.

Una estafa financiera es una acción realizada por una persona o empresa que causa un perjuicio económico a un tercero mediante engaño y con ánimo de lucro. Se la puede evitar con educación financiera, aplicando la comprensión de conceptos, la adecuada planificación y mediante decisiones analizadas. Aquí algunos tips:

Con una adecuada educación financiera puedes tomar decisiones adecuadas en circunstancias y necesidades que así lo ameriten.

Con su implementación diaria, no solo evitarás fraudes, sino también situaciones indeseables derivadas de un endeudamiento excesivo o de posiciones de riesgo inadecuadas. Para más tips sobre educación financiera, ingresa a Consejos Financieros .